En los tribunales de Anzoátegui anda más de uno como plancha de chino por los abusos de Cesita Reyes, que le dice a todo el mundo que él no le tiene miedo a nada ni a nadie porque su madrina es la Magistrada Luisa Estela. Cesita ha mandado a botar a más de 50 trabajadores y ha metido a trabajar a pura gente de una iglesia evangélica a la que pertenece. A los despedidos no les han respetado la antigüedad, ni sus conocimientos, ni nada de nada. Los despedidos trabajaban en Barcelona y El Tigre, unos cuantos en los tribunales de violencia contra la mujer, y a pesar que le lloraron a Cesita para que nos los mandara a botar porque eran padres y madres de familia que necesitaban su empleo, éste no les paró.
Los despedidos andan llamando ahora a una vigilia en el palacio de justicia de Barcelona a partir del 2 de septiembre para solicitar su reenganche.