Huele a sabotaje en el incendio que ocurriera el pasado miércoles 01 de septiembre en la Subestación Barbacoa de Corpoelec en Anzoátegui. Por aquellas tierras es bien sabido el mal servicio que presta la compañía eléctrica y no es de extrañar que manos peludas tiendan a agravar la cuestión, más cuando Corpoelec-Anzoátegui está llena de sindicalistas y empleados que no le tienen muy buena voluntad al presidente Chávez, y sino que le pregunten a la funcionaria de la estatal eléctrica en Puerto la Cruz, Ana María Bastardo, que sabe mucho de esas cosas.
La proximidad de las elecciones legislativas es buen momento para hacer ver mal al gobierno en el tema eléctrico. Sólo basta recordar que en 2008, en vísperas de las elecciones estadales y municipales, también se suscitaron desperfectos en subestaciones eléctricas de Anzoátegui, llegándose incluso a detener a trabajadores de Corpoelec detectados en acciones de sabotaje.
Me cuentan que el casco central de Barcelona y sectores aledaños son afectados indiscriminadamente por la suspensión del suministro eléctrico varias veces al día, lo que ocasionaría daños a comercios y particulares, descomponiendo alimentos y electrodomésticos con los constantes apagones.
