El Gobernador de Anzoátegui lo prohibió, pero me dicen desde allá y el más allá que los jefes de PoliAnzoátegui todavía siguen usando a los policías uniformados y civiles para vigilar supermercados de asiáticos, panaderías, mueblerías y todo aquel comercio que se baje de la mula. Los policías siempre tratan de no hacer notar su presencia para evitar comentarios. A los negocios les sale más barato que contratar vigilantes privados y les resulta más eficiente.